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Porque abundantes y libres era muy largo

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Cómo ser escritor (o lo que quieras) y tener un cojón de seguidores que amen tu trabajo

Antonio Herrero Estévez · May 11, 2020 ·

Escribiendo ejercito mi cerebro y aprendo curiosamente de las cosas que yo mismo estoy diciendo.
Frank t, La gran obra maestra.

Sé lo que estás pensando…

¡Pero si escribes como el culo!

¿Escritor tú, si apenas llegas a bloguero? Si repites cien veces las mismas palabras, tienes faltas ortográficas, cambias de tiempo verbal cuando te sale del 🥒, intercalas entre el singular y el plural sin ton ni son, a veces dices cosas que tengo que leerlas ocho veces y aún así no hallar sentido guau qué chingón, aún no te has aprendiendo eso del leismo o laismo…

Ah, ¿tú también te has dado cuenta 😀?

¿Y eso de cojón de seguidores que amen tu trabajo? ¡Pero qué flipao! ¡Ególatra!

Verás, aún no soy el mejor escritor ni tengo un cojón de lectores, pero voy a contarte algo muy valioso que aprendí hace años y que, si lo comprendes y lo pones en práctica, te garantizo que ocurrirán cosas o, mejor dicho… harás que ocurran cosas.

¿Me acompañas?

En el capítulo de cómo ser rico te conté una historia muy potente, la historia sobre mi sobrino Gael.

Cuando le pregunté a Gael si de mayor quería ser músico como papá y mamá, él, con tan sólo cinco años y con cinco años más de madurez que yo, me respondió: ¡Yo SOY músico!

¿Sabes? Gael tiene muchas cosas que enseñarnos. Él ese día sabía que era músico y sabía también que no tenía que pedirle permiso a nadie para ser lo que él quisiera, y eso, querido lector, querida lectora, por fortuna es algo que yo también empecé a aprender hace mucho y que he ido perfeccionando más y más, y te aseguro que con el pasar de los años me ha ido trayendo, sin parar, alegrías y crecimiento a mi vida.

En fin, antes de meternos en materia y contarte cómo ser escritor, hablaremos del por qué, que como ocurre siempre es mucho más importante que el cómo. Y hablando del por qué, querido lector, querida lectora, es posible que seas de las personas que en lugar de preguntarte ¿por qué ser escritor? te estés preguntando ¿por qué mierdas ser escritor? es decir, es posible que te preguntes qué sentido tiene para ti este capítulo si tú no tienes ninguna intención de escribir.

¿Es tu caso?

«Yo no sé escribir», dicen el 99,9 % de las personas que he conocido en mi vida.

🤦‍♂️ Ay Cervantes dame paciencia.

Por qué ser escritor

En resumen, escribir es probablemente una de las capacidades más importantes que puedes desarrollar, la cual te beneficiará en muchísimos aspectos de tu vida.

Sin resumen, en el (altisimamente recomendable) libro «Reinicia», de Jason Fried y David Hansson, (Rework, Change the way you work forever), te aseguran que cuando dudes entre dos candidatos con similares currículums y habilidades que aspiran a un mismo puesto de trabajo, elijas siempre a la persona que sepa escribir.

¿Sabes por qué?

Porque alguien que escribe es alguien capaz de estructurar de manera ordenada las millones de ideas que surgen en su cabeza, es alguien capaz de escribir un email y transmitir una emoción, es alguien capaz de materializar aquello que tiene en la mente, y por encima de todo es alguien capaz de contar una historia y, ¿sabes? aunque quizás no te has parado a pensar sobre este sencillo hecho, el mundo funciona a base de personas que cuentan historias y personas que las escuchan.

Dadme una buena historia y moveré el mundo.
Arquímedes

Mira, te contaré una historia.

Me llamo Antonio y nunca me han rechazado en una entrevista de trabajo. Vamos a ver, tampoco nos flipemos porque la realidad es que nunca he intentado entrar a Google o empresas así pero, en mi humilde y corta trayectoria profesional sin demasiadas filigranas, sí que es verdad que, salvo en una ocasión, siempre me han contratado tras conocerme en una entrevista.

¿Porque era el mejor candidato? ¿porque era parte de una élite juventud preparadísima? ¿porque mis camisas dos tallas más grandes que yo les causaban ternura?

Qué va.

Era porque cuando me preguntaban algo concreto yo respondía lo que a mí me salía de los 🥑🥑.

Ellos me preguntaban algo porque querían saber cómo encajaba en su puesto, y yo, además de responder me ponía a hablar de mi vida, de la suya, de la nuestra, de una hipotética e idílica vida en el campo, de lo poco que me interesaba el trabajo porque tenía otras millones de pasiones pero de lo mucho que iba a trabajar porque era una persona esto y una persona lo otro.

Es decir, yo contaba historias que ellos escuchaban porque, como yo, eran humanos y les gustaban las historias.

Como aquella mujer de Vitaldent, Mila, que se puso a hablarme en tono serio y corporativo al comienzo de la entrevista, yo le respondí en tono «soy un chaval al que lo único que le importa es hablar con alguien que no parezca un robot», y eso desencadenó en que acabáramos los dos conversando como si hubiéramos atravesado juntos África en un todo terreno.

¿Y cómo no iba a contratarme después de haber sentido una emoción en una conversación con un hasta hace cinco minutos extraño? ¿cómo no iba a tenerme en cuenta después de haber hablado sobre libros, sobre viajes, sobre mis padres, sobre su marido, sobre la vida?

Ese es el gran por qué.

Escribir te hace saber contar historias y todos tenemos una historia esperando a ser contada. Es más, escribir te hace sentir que las historias que tienes en la cabeza pueden ser reales.

Hay libros que van creciendo dentro de uno a lo largo de los años en espera de la ocasión oportuna de ser escritos.
Fernando Aramburu, Patria

Primero las sacas de tu cabeza dándolas forma como esculpiendo una idea con plastilina, cubriendo de tinta un papel o llenando de negro unos píxeles en blanco. Después las lees. Después te las crees. Después, a veces, las cuentas y, después, quizás las persigues lo suficiente como para que se hagan realidad.

Por eso escribo, porque me gusta que las cosas con las que sueño, se hagan realidad.

¿Y sabes? tú también deberías escribir.

Querido escritor, querida escritora, generalmente trato (aunque a veces no lo consiga por aquello de mi ego del tamaño de un camión de dieciocho ruedas del que ya te hablé una vez) de no decirte cosas como «deberías» o «tienes qué», pero al igual que sin dudarlo un segundo deberías y tienes que meditar, ahora te aseguro, te garantizo, que deberías y tienes que escribir.

Y si quieres saber cómo, sigue leyendo mi historia.

Cómo ser escritor

En resumen, ser escritor no tiene nada que ver con tu capacidad de escribir, sino con tu capacidad de querer ser escritor y de hacérselo ver al mundo.

Sin resumen, déjame hablarte sobre mi amiga Jara. Jara, además de ser una de las personas que conozco que mejor y más bonito escribe, hace fotografías que te hablan y pinta cosas como esta que publicó en su instagram:

Sí, lo sé, dan ganas de echarse la tienda de campaña a la espalda, subir a esas montañas tras varias horas ascendiendo por estrechos senderos, y tumbarse en la cima a mirar las estrellas. Y lo más gracioso es que mientras Jara tiene infinitas pinturas como esta en su corazón, ella se permite el juego de decirme que, de cero a diez, su trabajo en marketing le gusta un dos.

Querido lector, querida lectora, ¿tú crees que tiene algún sentido que una persona que lleva tanto amor y arte dentro, pueda estar empleando su energía en algo que no le gusta, que no le llena?

No, ¿verdad?

Bien, pues lo que quizás tampoco sabes es que casi todos somos Jara.

Todos llevamos esas pinturas, o esas palabras, o esas fotos, o esos proyectos en el corazón, pero muy pocos nos atrevemos a sacarlos y convertirlos en realidad y, mientras tanto, pasamos la vida haciendo otras cosas que en nuestra escala de cero a diez, son un dos.

¿Que por qué te cuento esto?

Te lo cuento porque todo lo que necesitas saber sobre cómo ser escritor está también pintado en ese lienzo que sostiene Jara entre sus dedos, pero… para ver esa tinta de la que te hablo, tienes que saber mirar.

Mira. Son unos pocos pasos, pero todos ellos son irremplazables.

Para ser escritor lo primero que tienes que hacer es querer escribir, después tienes que escribir, luego lo que tienes que hacer es creer que eres escritor durante al menos el tiempo suficiente para que creas que de verdad lo eres, después, sólo tienes que decirle a todas las personas que conozcas a lo largo de tu vida que escribes y, por último, sólo te queda mostrarle al mundo entero lo que has escrito.

Vuelve a leerlo, ahí está todo lo que necesitas saber.

¿Quieres un ejemplo un poco más claro?

Hi, my name is: Writer

Hace unos meses cuando empecé con este blog conocí a algunas personas.

¿A qué te dedicas? —Me preguntaban—.

No tengo ni idea, marketing de afiliación creo que se llama lo que hago, tengo webs, y eso. —Respondía yo con un dos de entusiasmo—.

Entonces me di cuenta.

Me di cuenta de que aunque esas personas no me conocían de nada, aunque yo empezaba ya a saber que el universo era un campo de juego de infinitas posibilidades, aunque yo podía responder lo que quisiera, lo que sintiera, sólo me atrevía a contestar lo mismo de los últimos años.

«Webs y eso. No sé».

Entonces hice la prueba. ¿Qué pasa si a la próxima persona que me pregunte a qué me dedico, le respondo que soy escritor? ¿qué pasa si empiezo a actuar como un escritor, si juego a escribir y a creerme que escribo?

¿A qué te dedicas? —Me preguntaron—.

Soy escritor, tengo un blog.

Y su respuesta marcó un antes y un después en mi manera de hacer las cosas.

¿Cómo se llama tu blog? ¿sobre qué escribes? ¿cuánto llevas en ello? ¿te gusta? —Y así, las personas que me encontraba me hacían preguntas que me reafirmaban en mi creencia de ser escritor y mi realidad iba tomando forma—.

Ricosylibres.com, escribo sobre desarrollo personal y espiritualidad, empecé hace poco pero lo llevo en la sangre desde hace mucho, me encanta.

¿Comprendes el juego? mediante mi creencia de ser escritor y mi respuesta de escritor, alimento la realidad que quiero en ver en mi vida y con ello atraigo a personas que también lo alimentan.

Fíjate en mi Linkedin, justo donde pone «writing».

como ser escritor

¿Sabes cuántos años pasaron hasta que me atreví a escribir eso públicamente? ¿sabes cuánto tiempo pasó hasta que empecé a verme a mí mismo como escritor, o yogui, o meditador? ¿sabes cuántas respuestas vagas di antes de responder aquello con lo que más me identificaba pero de lo que más me avergonzaba por creer que no estaba a la altura?

Voy a intentar ir más al grano.

Jara, imagínate

Imagínate que Jara en vez de trabajar en algo que le entusiasma un dos, empieza a decir a todas aquellas personas que conoce que es escritora, o fotógrafa, o pintora. Además, lo pone en su linkedin, en su instagram y en sus tarjetas de visita.

Si Jara hace eso, ahora cada persona con la que se cruce será un potencial cliente y cada día tendrá la oportunidad de tener más y más seguidores que amen e incluso compren sus obras, permitiéndole ganar dinero con ello y hablar sobre su trabajo pasión con un entusiasmo de diez.

¿Quieres ser fotógrafa y vivir de ello? La próxima vez que alguien te pregunte a qué te dedicas, atrévete a responder: Soy fotógrafa especializada en viajes. Díselo al mundo entero en cada ocasión posible y espera a ver qué te responde.

Es sencillo, cuando lo hacemos empezamos a alinearnos con nuestro propósito, puesto que lo que pensamos, hacemos y decimos está en congruencia, en armonía.

A continuación te contaré cómo, realmente, ser un buen escritor en cuatro pasos.

Paso uno para ser escritor: ora et labora

Es posible que hayas escuchado que para escribir bien tienes que leer mucho.

No es cierto.

Para escribir bien hay que escribir mucho y escucharte mucho. ¿Que por qué? porque hay más sabiduría dentro de ti de la que hay en todos los libros que se han escrito, por eso cuando un artista dice esperar a su musa lo que en realidad está diciendo (quizás sin saberlo) es que está esperándose a sí mismo, a su yo superior, al yo que conoces cuando te conectas contigo.

Hay más sabiduría en tu cuerpo que en tu filosofía más profunda.
Nietzche

Es en los momentos de fluidez, exactamente en el momento en que tu mente no está al mando, cuando despertarán las mejores ideas y se te ocurrirán las mejores historias. Así que mi consejo es que si quieres escribir muy bien, mejor de lo que te podrías imaginar, Ora et Labora, es decir, medita y escribe.

Nada más, pero nada menos.

Paso dos para ser escritor: si quieres evitar el miedo de la hoja en blanco… haz esto

No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
Oscar Wilde

Otro gran mito de escritor es aquel miedo de exponerse a la hoja en blanco y no tener nada que decir.

¿Sabes? Yo normalmente no tengo ese problema porque, salvo que vaya a hacer mis agradecimientos, procuro no ponerme a escribir sin tener antes un gran por qué, pues como decía en el paso uno, no es mi mente la que crea.

En realidad, el único trabajo de mi mente cuando me siento a escribir es el terminar de pulir algo que ya se había creado anteriormente, pues es durante la ducha, la meditación, los paseos, las conversaciones o los momentos de simple quietud y presencia cuando se me ocurren los mejores títulos y las mejores frases, cuando viene la musa, cuando describo lo mejor que hay en mí.

Después y sólo después, es decir, después de que he creado una historia, entonces sí me siento a escribirla y sólo me queda hilar, enhebrar y conectar palabras.

Paso tres para ser escritor: no tengas miedo

Como le ocurre a cualquier otro ser humano, el mayor enemigo del escritor es su miedo a qué piensan los demás, ya que si escribes en base a qué piensan otros nunca podrás llegar a bucear en las profundidades de tu ser y limitarás así tus posibilidades de encontrar tanto lo más bonito como lo más desagradable.

Te daré dos ejemplos de escribir con y sin miedo.

Hace unos años no me habría atrevido a escribir el capítulo de cómo ligar o el de Lo que Miss Europa del Este me enseñó sobre el amor.

¿Por qué? Porque tenía miedo de que las mujeres pensaran que me gustaban las mujeres. Sí, es el mismo miedo aquel de decirle a la persona que te gusta que efectivamente te gusta. ¿Qué pensará? Uy, a ver si va a pensar que me gusta.

Por otro lado, cuando algún día me anime a escribir ese típico capítulo contándote quién soy, ten por seguro que no te contaré cuatro obviedades sino que te mostraré, en la medida de lo que me atreva, los miedos, inseguridades, virtudes y bondades que hay dentro de mí.

El escritor que se libera del miedo y se arranca la máscara es siempre el que más no atrae, pues son sus historias con las que nos sentimos identificados, con las que soñamos, las que nos transmiten una emoción haciéndonos mover en el sitio de pura incomodidad o felicidad.

El miedo te hace ser normal, cotidiano, aburrido.

El escritor que nos pesca es aquel que se atreve a narrarnos cómo dejó su trabajo para irse de viaje con la persona que amaba, cómo le pegaron de pequeño, cómo literalmente se cagó sobre la cama en su primera vez con una mujer, o cómo vagabundeó por las calles de su ciudad durante meses por miedo a contarle a sus padres la situación en la que se hallaba.

Si no dices la verdad sobre ti mismo, no puedes decirla sobre los demás.
Virginia Woolf

Paso cuatro para ser escritor: escribe un minuto cada día

Lo que más me ha ayudado a escribir y a sacar a la luz lo que en la oscuridad se encontraba, no ha sido el sentarme durante horas cada domingo frente a un teclado, sino la época en la que me sentaba al menos un minuto cada día frente a una hoja de papel.

Querido lector, querida lectora, hagas lo que hagas en tu vida, seas quien seas y tengas la edad que tengas, te animo a que, cada mañana, escribas al menos un minuto en una hoja de papel.

¿Que por qué?

Porque si escribes empezarás a descubrir que, todo lo que llevas en tu interior, se puede materializar, se puede convertir en realidad.

Gracias por leerme y alimentar la mía.

Interacciones con los lectores

Comentarios

  1. Mariana K dice

    11 mayo, 2020 en 6:01 pm

    No tienes idea. Pero en serio. No puedes ni sospechar lo que significa tu artículo hoy. No tenías que publicarlo el lunes pasado. Tenías que hacerlo hoy.
    Que no miento ni exagero Antonio.
    Gracias por escuchar al universo y escribir lo que te dicta. No sabes ni te imaginas lo que ha significado leer estoy hoy. Ni te asomes a preguntar porque caeras de culo o de bruces, en realidad…para contemplar el infinito misterio de lo que la acción de una persona puede influir en otra. He trabajado un tiempo para ti y lo he hecho con gusto. Pero con mas gusto he leído cada lunes esbozando una sonrisa. Hoy se me ha desdibujado la sonrisa para dar lugar al llanto con hipo. De esos de gratitud.

    • Antonio Herrero Estévez dice

      18 mayo, 2020 en 5:28 pm

      Gracias por tu maravilloso comentario Mariana. ¿Puedo preguntar cuál es la razón de que signifique tanto para ti? Sea como sea la respuesta, me alegro muchísimo 🙂

      ¡Un abrazo!

  2. Usoa dice

    11 mayo, 2020 en 7:28 pm

    Bravo, escritor, bravo!!!!! Plas plas plas (aplausos)!!!!

    PD: Mariana, despues de Antonio, articulazo (como siempre), apareces tu, con tu pedazo de comentario, emocionante.

    Saludos

  3. Alejandra dice

    11 mayo, 2020 en 8:34 pm

    Antonio gracias!
    Hace un tiempo que te leo y me encanta como escribes, me siento reflejada en como yo lo haría y nunca me había atrevido hacerlo.
    Y con lo que escribes hoy que sepas que empiezo YA! atreverme hacerlo.
    A tope de inspiración!!!!

    • Antonio Herrero Estévez dice

      18 mayo, 2020 en 5:30 pm

      ¡Muchas gracias Alejandra! tús palabras también me inspiran a seguir escribiendo 🙂

  4. Babi dice

    12 mayo, 2020 en 1:56 am

    Amo leerte cuando publicas, son las palabras precisas que siempre necesito tener presente y en el momento presente.
    Creerse el cuento como decimos en Chile, ser perseverante y constante en todo lo que ames! eres un gran escritor y siempre me quedo con esas ganas de seguir leyendote.
    te mando un abrazo enorme! muchas gracias

    • Antonio Herrero Estévez dice

      18 mayo, 2020 en 5:31 pm

      ¡Muchas muchas muchas gracias por tus palabras Babi! Sí, creerse el cuento y seguir escribiéndolo. Tú también eres una gran escritora, aún recuerdo lo que sentí en aquella clase de yoga preparada por ti en Risikesh.

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