• Skip to primary navigation
  • Skip to main content

Ricos y Libres

porque abundantes y libres era muy largo

  • Capítulos
  • Sobre mí
  • Los buscadores
  • Ahora
  • Show Search
Hide Search

Cómo ligar más y mejor

Antonio Herrero Estévez · Mar 2, 2020 ·

Vive, joder. Vive.

¿Cuántos jodidos días te crees que tienes para disfrutar?

Que no me refiero a que te vayas a hacer puenting después de tomarte el Cola Cao, o que te emborraches cada noche sin conocimiento, o que te tires a alguien sin preguntar ni el nombre.

Haz puenting si es lo que te apetece, tírate en paracaídas si te mola, bebe o no, fóllate a cualquiera que te apetezca follarte, o quédate en el sillón, plancha la ropa, piérdete por las calles…lo que sea, pero que te llene. No llegues a casa pensando que hoy ha sido el mismo puto día de ayer y seguramente igual que los 335 días siguientes.

Vive, joder. Vive.

Y si algo no te gusta, cámbialo.
Y si algo te da miedo, supéralo.
Y si algo te enamora, agárralo.

«Tengo que», nunca es un buen comienzo. No hagas nada que empiece con esas palabras.

«Quiero/amo/me flipa/voy/puedo», es la mejor manera para construir tus frases, tus días y toda tu vida.

Patricia Benito

Ya te conté en el capítulo de cómo vencer la timidez que hasta más o menos los veintitrés años no me atreví a dar el primer paso para besar a una mujer. Me era imposible. Tenía tantos pájaros en la cabeza sobre las mujeres debido a mi inexistente educación sobre el tema, tan poca confianza en mí mismo, y tan poco amor propio, que no era capaz de sobrepasar una línea que, para muchos, era lo más natural del mundo.

Para mí el problema de ligar no era tanto la falta de oportunidades (que también) como el no aprovechar las que sí tenía.

Siempre que veía a mis amigos besarse con chicas, les preguntaba, ¿cómo lo haces?

— ¿Cómo hago qué?

Besar a una mujer. O sea, acercar la cabeza para besarte, acortar la distancia y juntar los labios. Quiero decir, cuando habláis estáis lejos, ¿no? ¿cómo haces para estar más cerca y besaros?

— No entiendo, sucede.

¿Sucede qué?

— Pues no sé, nos besamos y ya está, no lo he pensado.

Y así me pasé muchos años. Mis preguntas no eran respondidas porque nadie las comprendía.

«Sucede».

Para lo que muchos «sucede», es decir, fluye, para otros es un muro infranqueable. Además, más tarde aprendí que lo de acercar o no la cabeza para besar era sólo la punta del iceberg de mi personalidad.

Te cuento esto porque hace unos días conocí a Jorge. Jorge me escuchó hablar sobre el tema de mi timidez en el pasado y sobre qué hacía ahora en el presente, entonces se acercó a mí y me preguntó: ¿Cómo lo hiciste? ¿qué puedes recomendarme para ligar más?

Yo le contesté que no podía recomendarle nada en unos minutos, que lo único verdaderamente seguro para hacer cosas en la vida que te dan miedo es, primero, empezar a amarte a ti mismo mediante diferentes procesos y, segundo, enfrentarte al miedo gradualmente. Le dije también que aunque le dijera «trucos», esos trucos estaban basados en mi experiencia y que en realidad no hay trucos más allá de la voluntad de querer hacerlo y ponerse a hacerlo, así que sólo le pude dar un par de rápidos consejos y cambiamos de tema.

Hoy en cambio he pensado más sobre ello y creo que he llegado a una conclusión con la que me siento a gusto. Así que, para todas aquellas personas, hombres y mujeres, que sienten que no aprovechan todo su potencial a la hora de conocer a personas por las que sienten atracción, esta es mi respuesta sobre cómo ligar más y mejor.

Antes de comenzar tienes que saber que,

  • primero, no soy ningún experto en ligar y por suerte aún me queda mucho por aprender,
  • segundo, todo este capítulo en realidad son migajas si lo comparas con lo que ya te conté en frases que pueden cambiarte la vida: «Sé tú mismo honestamente y sin disculpas, porque sólo tiendo tú mismo permitirás que las personas con las que estás se sientan cómodas siendo ellas mismas, quizás por primera vez en su vida. No hay manera más auténtica de conectar, ni regalo más grande que dar»
  • y tercero, para comprender bien la filosofía que sigo a la hora de ligar, te animo a que leas el libro «La ética promiscua», que en resumen es: respeto, respeto y respeto. Respeto hacia ti y respeto hacia mí.

¿Me acompañas?

Cambia tu percepción del éxito y del fracaso

Si crees que éxito es conseguir conocer, besar, o acostarte con una persona, entonces pensarás que has fracasado si esa persona no quiere nada contigo.

El éxito en realidad es atreverte a escuchar tus sentimientos y ponerlos en acción, es decir, el éxito es atreverte a hablar con esa persona y atreverte a transmitirle tus sentimientos.

Todas y cada una de las veces que seas fiel a lo que llevas dentro, estarás teniendo éxito, y la persona que tienes frente a ti no tiene absolutamente nada que ver con tu éxito, independientemente de qué elija.

No hagas como Pablo o «no trates de impresionar sino ser impresionado»

Hace muchos años tenía un amigo llamado Pablo que estuvo viviendo una temporada en Brasil. Al llegar a España no sólo tenía un gran nivel de portugués sino que además se sentía mucho más seguro de sí mismo en sus relaciones.

Cuando salíamos, en ocasiones nos encontrábamos con mujeres de Brasil, Portugal o incluso Sur América en general, y Pablo se apresuraba a hablar con ellas.

Pablo era guapo, agradable e inteligente, y sin embargo apenas ligaba.

¿Sabes por qué?

Porque en menos de un minuto Pablo les había dicho en portugués que falava um pouco de português y que había estado en Brasil en esta, esta, y aquella ciudad, ¿y sabes qué ocurría en ese momento?

Que el interés de las mujeres hacia Pablo descendía mágicamente y la energía del momento cambiaba. Te aseguro que yo lo percibía desde lejos.

La razón detrás de ese hecho es muy sencilla:

Contar todo lo que sabes y todo lo que has hecho en el primer segundo de conversación es síntoma de una gran necesidad por tu parte de contar todo lo que sabes y todo lo que has hecho.

«Necesidad» y «atracción» son dos palabras que nunca van juntas en una frase.

En lugar de contar todo, respira conscientemente, disfruta del instante, no vayas a tu pasado, no vayas jamás al futuro y sobretodo recuerda esto: no trates de impresionar, trata de ser impresionado. Es decir, pregunta, interésate, descubre. No te centres en hurgar en el cajón de tus recuerdos, céntrate en crear nuevos recuerdos con esta persona.

A los seres humanos nos gusta más descubrir por nosotros mismos y sorprendernos a que nos sorprendan. Nos gustan los regalos, nos gusta quitar el lacito, nos gusta quitar el bonito papel que lo envuelve, y nos gusta comprobar con ojos expectantes qué sorpresa tenían preparada para nosotros.

Una conversación es igual. Tus regalos, es decir, tus puntos fuertes por los que sientes más orgullo, han de descubrirse poco a poco, como por goteo.

Imagínate la diferencia entre decirle a una persona que has estado en Brasil y que hablas portugués, a que esa persona descubra que has estado en Brasil y que hablas portugués.

«Things are good» 😂

Haz como Pepe o «no puedo no hacerlo» y «sé siempre abundante»

Nunca he conocido a nadie que ligue más y mejor que mi amigo Pepe, y de cada interacción que ocurre entre él y un ser humano puedes aprender mucho.

Voy a contarte dos historias:

La primera historia es sobre aquella ocasión que estábamos en el aeropuerto de París (cuando fuimos para colarnos en las catacumbas secretas) y vimos pasar a una de esas mujeres de una belleza excepcional. Según la vio Pepe fue a hablar con ella. De sólo verle ir en su dirección yo quedé aterrorizado.

Mientras se iba hacia ella le pregunté con la voz temblorosa, ¿cómo puedes hacer eso?

Y Pepe me respondió según caminaba: ¡No puedo no hacerlo Antonius!

Luego me explicó (después de conocer a aquella mujer rusa que al parecer era dj y modelo y con la que tuvo una agradable conversación en una cafetería) que para él era mayor el dolor que sentiría por no haber intentado hablar con ella, que el miedo que pasaba por hablar con ella.

Es decir, Pepe ya tenía claro que no quería estar en su lecho de muerte dentro de muchos años y preguntarse, ¿qué habría pasado si me hubiera acercado a hablar con aquella persona?

Imagina que tienes 99 años y estás en tu lecho de muerte. De repente tienes la posibilidad de volver a ahora mismo, ¿qué harías?

Chris Karmichael

La segunda historia es quizás la más importante a la hora de ligar con una persona. Si tan sólo comprendieras esto y lo pusieras en práctica, todas, y digo todas, tus relaciones cambiarían para siempre.

Cada vez que Pepe conoce a una mujer (o a un hombre), Pepe le invita a cenar.

¿Pero a cenar ellos solos? No.

Pepe organiza una gran cena con un montón de personas súper simpáticas de todas partes del mundo y le dice con una sonrisa, ¿quieres venir a cenar con nosotros?

Esa escena se repite una y otra vez de diferentes maneras y en diferentes contextos. Si estamos una noche en un bar, Pepe invitará a todas las personas del grupo de la chica a estar con nosotros, a hacer un plan todos juntos, a divertirnos entre todos, a pasarlo bien.

Pepe está enviando un claro mensaje: Te invito a mi vida feliz, ¿quieres venir?

Muchas personas empiezan sus relaciones queriendo aislar a la persona por miedo a que alguien «se la quite», y es así como muchas interacciones empiezan con la mosca detrás de la oreja y con una apenas perceptible sensación de miedo que se incrementará con el paso del tiempo.

Esas personas están mandando un claro mensaje: Tengo miedo, ¿quieres venir?

Si quieres ligar más, piensa en cómo podrías hacer para que todo el mundo lo pase bien independientemente de quién te gusta a ti, así ligarás más y mejor.

No pienses en ti ni por un minuto, piensa en él/ella.

poliamor

No te preguntes si le gustas, pregúntate si te gusta él/ella a ti

¿Sabes por qué te pones tan nervioso/a cuando conoces a alguien? Porque te estás preguntando inconscientemente si serás lo suficientemente bueno para él o para ella, y tienes que saber algo: Tus ojos y tus sentidos te engañan.

La idea que te has formado de la persona que tienes frente a ti no tiene absolutamente nada que ver con la persona que tienes frente a ti.

Por eso, en lugar de preguntarte si le gustas, hazte esta pregunta: ¿Cómo puedo conocer más a esa persona para saber si es la persona adecuada para mí?

No pienses en ella/él ni por un minuto, piensa en ti.

No le pongas el terrible peso sobre los hombros de discernir por los dos si os gustáis, ocúpate tú de lo tuyo y deja que esa maravillosa persona que tienes delante se ocupe de lo suyo.

No cuentes a nadie tus «conquistas»

El mayor enemigo de ligar es el creer que tienes que demostrarte algo a ti o a alguien.

Ligamos porque vivimos, no porque queramos mostrarlo.

La próxima vez que conozcas a alguien mantén el secreto para ti, que sólo tú lo sepas. Aunque arda, aunque sea maravilloso, aunque creas que todos tus amigos tengan que saberlo.

Quítate las cadenas, quítate el peso de los hombros, quítate la responsabilidad de ser alguien. Sólo sé tú, sólo fluye con la situación, sólo débele algo al instante y a la persona presente.

Vas a morir

Si te enfocas en lo conocido, obtendrás lo conocido. Si te enfocas en lo desconocido, crearás una posibilidad.
Joe Dispenza

Ya te lo conté en la Ley 11 del capítulo sobre cómo tener una vida mejor pero, ¿sabes? Vas a morir.

Cada vez que me cruzo con una persona que quiero conocer o cada vez que estoy en una situación en la que quiero atreverme a hacer algo, intento recordarme: Antonio, vas a morir. Y como dijo Steve Jobs todo desaparece frente a la idea de la muerte.

Este concepto es un poco abstracto y la manera de usarlo es muy personal, pero te recomiendo que a menudo lo pienses, que lo tengas en cuenta, te recomiendo que cuando conozcas a alguien y sientas algo real y tu miedo te paralice, sólo recuerda: voy a morir, en unos años nada de esto existirá, todo dará igual, no me llevaré nada a la tumba salvo mis recuerdos (los recuerdos créeme que sí te los llevarás pero shhh 🤫).

Comprende el significado de tu miedo

¿Sabes? el miedo hoy en día no es un indicador para echarte para atrás, sino para avisarte de qué es exactamente lo que tienes que hacer para acceder al siguiente nivel en tu vida.

Si cuando veas a una persona quieres acercarte a hablar con ella pero el miedo te paraliza, recuerda que el miedo está ahí para recordarte de que es eso exactamente lo que tienes que hacer.

Ponle fácil amarte, ponte fácil despedirte

Primero: Cuando conozcas a alguien que te gusta, házselo saber de la manera más rápida posible y muestra tus intenciones desde el primer segundo.

¿Recuerdas cuando estábamos en el colegio y se corrían rumores de que si a alguien le gustaba tal o le gustaba cual? Todos tratábamos de ocultarlo.

Pocas cosas me daban más terror de que la persona que me gustaba supiera que me gustaba.

En esto confía en mí, si te gusta alguien házselo saber, pónselo fácil. Si también le gustas, posiblemente ocurrirá algo. Si no le gustas y te dice que no, así ya lo sabrás y podrás dedicar tu tiempo a alguien con quien tengas posibilidades.

Segundo: Cuando te guste alguien y esa persona no de muestras de interés, póntelo fácil y desaparece de su vida.

Esta parte muchas personas la malinterpretarán o la verán como un poco agresiva, pero a lo que me refiero es a lo siguiente:

Deséale (sin decírselo necesariamente) lo mejor a aquella persona, deséale su felicidad, agradécele su tiempo, su energía invertida contigo y déjala marchar.

Si quieres saber cómo ligar más, no ligues más, liga mejor

Una de las cosas buenas de haberle gustado a muchas chicas es que soy muy consciente de cuándo no le gusto a muchísimas chicas.

¿Sabes? Si me dieran un euro por cada mujer que no le he gustado ya estaría pitufijubilado.

Atención aquí, estas palabras pueden salvarte la vida 🤠:

Las personas nos parecemos muchísimo y actuamos de manera similar cuando verdaderamente nos gusta algo. Se nos ilumina la mirada, abrimos los ojos, sonreímos más, reímos más, enfocamos nuestro cuerpo hacia aquello que nos gusta, hacemos preguntas para descubrir más, tenemos más paciencia, somos más amorosos, más cuidadosos, más respetuosos, abrimos quinientas conversaciones de whatsapp, sugerimos quedar…

Cuando era más joven sentía una cierta tristeza o rabia cuando no le gustaba a alguien pues me sentía rechazado, pero con los años he aprendido que no gustarle a alguien y darme cuenta de ello es un absoluto regalo, pues así puedo emplear mi tiempo en personas donde el amor o el interés es mutuo y donde las posibilidades de ser felices juntos aumentan exponencialmente.

Creo que no te haces una idea de cuántas personas están en relaciones sin que exista un verdadero interés por ambas partes.

A veces, en una misma semana me ha gustado una mujer y he sido rechazado por ella, y yo le he gustado a una mujer y la he rechazado porque no me gustaba, y cuando eso ha ocurrido me he dado cuenta de que existe un patrón muy claro en nuestra manera de actuar, pero por desgracia es algo complejo de explicarte aquí.

Lo que te sugiero es que la próxima vez que no te guste alguien, trates de darte cuenta de cómo tratas a esa persona de manera inconsciente y cómo te trata ella a ti, así, cuando a ti te guste alguien, sabrás identificar claramente cómo se comporta la otra persona contigo y sabrás si verdaderamente le gustas o no le gustas.

Si le gustas, sigue adelante, si no, huye como el viento.

Y si dominas esto que te estoy diciendo, ahí, justo ahí, es cuando se producirá la magia en tus relaciones.

Sé terriblemente vulnerable

Sería genial que todos fuéramos seguros de nosotros mismos, pero la realidad es que esa es una habilidad que se tarda mucho en trabajar y, mientras la trabajamos y perfeccionamos, también nos gusta ligar.

¿Entonces?

Muéstrate vulnerable.

Yo a veces sigo teniendo miedo a acercarme a una persona, y en ocasiones he dicho cosas como: Hola estoy cagado de miedo porque no tengo ni la más remota idea de interaccionar con otro ser humano que me parece muy atractivo pero no te preocupes que si hablamos cinco minutos luego me comportaré de una manera más o menos normal… ¿te gustaría dar un paseo conmigo?

Y muchas veces la otra persona se ríe, me mira con cara de «pero tú de dónde mierdas has salido», y me dice que sí, que por supuesto.

Todos somos vulnerables, el problema es tratar de ocultarlo a toda costa para dar una imagen diferente.

¿Es muy guapa o guapo?

¿Sabes cuál es la curiosa y sorprendente particularidad que tienen las personas súper atractivas? que son seres humanos exactamente igual que cualquier otro ser humano menos atractivo.

Les han rechazado, han sufrido, a veces piensan que son estúpidas, tienen adicciones que querrían quitarse, a veces comen tarrinas de helado gigantes hasta que casi hacen plop, han perdido a seres queridos, se han sentido súper seguros de sí mismos mil veces y súper inseguros un millón, han llorado incontables océanos de lágrimas, han amado todo lo que han podido y les han dejado, se han visto horribles frente al espejo, tienen miedos, sueños…

Pero además de todo eso, ¿sabes qué? que la sociedad les pone sobre sus hombros el peso de la perfección. Es decir, están igual de jodidos/as que el resto de la población, pero tienen unas expectativas irreales.

Así que, como consejo general la próxima vez que te cruces con una persona exepcionalmente atractiva acuérdate de esto y trata de normalizar la situación lo máximo posible, ¿cómo? tratando de no ver a la persona subida en un pedestal, siendo tú mismo/a y tratando de hacer las preguntas normales que harías a cualquier persona.

Es algo matemático: cuanto más encumbres a la persona, menos la gustarás. Cuanto más la mires como un ser humano normal, más le gustarás.

Di lo que piensas, en cuatro historias

Historia 1: Cuando tenía diecisiete años estaba en un bar con varios amigos, y muy al fondo del bar vi unos ojos que me miraban fijamente. Entonces le dije a un amigo: ahí hay una chica que me mira.

— Claro, Antonio, ya estás otra vez con tus cosas, me dijo mi amigo.

Lo curioso es que mientras mi amigo pronunciaba esas palabras, la chica recorrió toda la distancia entre nosotros, se plantó frente a mí y me dijo: ¿tienes novia?

Emmm, shhh, dig… no. —Dije yo—.

Así que ella acercó sus labios a los míos y antes de que yo pudiera decir «pero qué coj», nos besamos.

Varias canciones de Platero y tú y varios amigos tocándome el culo con fruición después, nos separamos y ambos con una enorme sonrisa nos dijimos los nombres.

Querido lector, querida lectora, me encantaría decirte que en ese momento aprendí la lección, pues esa fue quizás una de las lecciones más importantes de mi vida, pero no, no la aprendí entonces.

Historia 2: Cuando tenía veintiún años fui a Munich a visitar a mi amigo Carlos. Estábamos una noche en una de esas grandísimas discotecas cuando, al otro lado del bar, vi unos ojos que me miraban.

Carlos, ahí hay una chica que me mira.

— Claro Antonio.

La chica empezó a caminar lentamente hacia nosotros.

Carlos, creo que esa chica viene hacia nosotros.

— Claro Antonio. Digo, ostrás, pues puede ser.

La chica alemana se acercó a mí mientras me miraba fijamente a los ojos y mientras yo trataba de controlar mi fuerte impulso de salir huyendo hasta España en una carrera sin igual.

Ella se situó frente a mí a muy poquita distancia, me miró sonriendo, yo miré hacia las bolitas de colores que dan vueltas, hacia Carlos, hacia el suelo, hacia ella un microsegundo, hacia el camarero esperando su cómplice aprobación, hacia las bolitas de colores otra vez.

Ella se acercó hacia mis labios y, sin mediar palabra, nos besamos.

Fue un beso precioso. Un maravilloso, largo e indeterminado tiempo después, nos separamos, sonreímos, nos dijimos los nombres y ella me dijo al oído: ¿te vienes con unos amigos? luego te invito a dormir a mi casa.

Ahí es justo el instante cuando salí huyendo, no fuera a ser que quisiera que lo pasáramos bien.

Querido lector, querida lectora, me encantaría decirte que ahí aprendí la lección de lo que acababa de ocurrir, pues era posiblemente una de las lecciones más importantes de mi vida, pero la verdad es que no, no la aprendí entonces.

Historia 3: Cuando tenía veintinueve años estaba una tarde con mi amigo Salva en una librería/bar cuando vi a una chica que me encantó.

Salva, creo que le gusto.

— Claro Antonio. Lo dudo bastante, ni te ha mirado.

La chica se acercó por nuestra zona y le pregunté de dónde era, hablamos unos minutos, nos dimos los teléfonos y ella se fue. Al día siguiente ella me escribió un mensaje, me dijo que si venía a mi casa o yo a la suya, y me aclaraba que, efectivamente, aquella era una proposición indecente.

Querido lector, querida lectora, después de hacer el amor aquella noche y después de esbozar una sonrisa pocas veces antes vista, yo me quedé con cara de: ¿pero qué ha ocurrido aquí?

Me encantaría decirte que aquella noche entendí la lección, pues era una de las lecciones más importantes de mi vida, pero no, no la aprendí entonces.

Historia 4: Cuando tenía treinta años estuve varia semanas en el precioso barrio de La Candelaria, en Bogotá. Todas las mañanas iba con mi portátil a trabajar a un restaurante y, un día por fin, la mánager del restaurante y yo empezamos a preguntarnos lo que llevábamos varios días esperando preguntarnos.

La noche siguiente ella me escribió y me dijo: Antonio, voy a salir ahora con unos amigos a tomar unas cervezas, ¿te gustaría venirte?

Querido lector, querida lectora, en ese largo viaje por América yo ya había aprendido la lección, pues quizás era la lección más importante que tenía que aprender en mi vida y le puse mucho empeño, ¿y sabes qué le respondí?

Copio y pego textualmente:

Quizás no debería decir esto peeero aprendí que sólo hay que tener vergüenza de las cosas malas. No me apetece mucho salir, lo que me encantaría es pedir al hostal una habitación doble e invitarte a pasar la noche conmigo.

¿Y sabes qué me respondió ella?

— ¿Y lo harías?

¿Y sabes qué le respondí yo?

— Sí quieres sí.

¿Y sabes qué me respondió ella?

— Sí, quiero.

¿Y sabes qué le respondí yo?

— Estamos hablando de casarnos, ¿no?

😂 jajaja. Bueno, el caso es que aquella noche le fui a buscar a la fuente de Quevedo, dimos un paseo hasta mi hostal, nos tumbamos en mi cama, hablamos durante horas como dos desconocidos que quieren conocerse, después hicimos el amor y nos dormimos abrazados (un rato) con una sonrisa.

¿Sabes qué lección era esa que el universo quiso que aprendiera a los diecisiete y no aprendí hasta los treinta?

Querido lector, querida lectora, me gustaría contarte muchas cosas que he aprendido sobre la vida, pero si tuviera que quedarme con una, si tuviera ahora que elegir sólo una idea, una idea poderosa entre todas las ideas, sería esta:

Primero, haz lo posible por comportarte de manera amorosa, abundante y respetuosa con todas las personas que te cruces en tu camino, y segundo, di lo más rápido y de la manera más directa que puedas aquello exactamente que está en tu corazón.

Si la maravillosa persona que tienes frente a ti piensa lo mismo que tú, esbozará una gran sonrisa al escucharte y acabaréis haciendo aquello que ambos buscáis, y si en cambio no piensa lo mismo que tú pero tú se lo has dicho de manera abundante, amorosa y respetuosa, te dirá que no pero que te está agradecida por haberle abierto tu corazón.

Gracias por leerme.

La semilla, yaciendo en el granero, tiene vida, pero no está viviendo. Si la colocas en la tierra se convertirá en activa, e inmediatamente comenzará a acumular para sí la sustancia que la rodea y a construir una forma de planta. Y esto creará un crecimiento tal que será producida una cabeza de semilla conteniendo treinta, sesenta, o cien semillas, cada una teniendo tanta vida como la primera.
La vida, por vivirla, aumenta.

La ciencia de estar bien. Wallace D. Wattles

como ligar mas y mejor poliamor

Donar con Paypal.

¿Quieres suscribirte?

Es gratis, y si te cansas de mis emails te desuscribes, que también es gratis.

Reader Interactions

Comments

  1. Rocío Guadalupe says

    2 marzo, 2020 at 9:30 am

    Muy buen artículo Antonio!! Me ha gustado mucho 🙂

    • Antonio Herrero Estévez says

      2 marzo, 2020 at 12:27 pm

      ¡¡Gracias Roci!! Un abrazo gigante

  2. José Carlos C V says

    2 marzo, 2020 at 12:36 pm

    Pensaba que hoy no tenía tiempo para parar y leer, ya sabéis, ese tipo de pensamientos. Una vez más te leo y veo todos los vídeos. Tengo tiempo.
    ¡Gracias!

    • Antonio Herrero Estévez says

      2 marzo, 2020 at 3:44 pm

      jaja gracias José Carlos por estar siempre ahí y además hacérmelo saber.

      Un abrazo,

  3. Nico says

    5 marzo, 2020 at 9:11 am

    Me ha gustado conocerte de manera casual y mucho más leerte de manera accidental y saber que eres un tío con un interior muy bonito, que bonito es conocer gente así! Un abrazo

    • Antonio Herrero Estévez says

      8 marzo, 2020 at 3:25 pm

      ¡Nicooo! qué alegría leer tu mensaje, gracias. Lo que piensas de mí, también lo pienso yo de ti. ¡Un abrazo grande! Nos vemos en el café más bonito de Madrid :p

  4. Lourdes Estévez diez says

    6 marzo, 2020 at 10:27 pm

    Muy bueno el artículo, dejas tu alma al descubierto, con transparencia, sin tapujos, tal como eres, solo la verdad, tienes mucho para dar y por supuesto para enseñar y compartir con todo el que quiera.

Copyright © 2021 · Ricosylibres.com | Porque abundantes y libres era muy largo
Aviso Legal