Tal vez la gratitud no sea la virtud más importante, pero sí es la madre de todas las demás.
Marco Tulio Cicerón
Al parecer hace poco fue el día de acción de gracias.
Yo me enteré porque me mandaron un whastapp con frases bonitas de agradecimiento dichas por personas famosas, ¿sabes? creo que era una señal del universo para que hoy escribiera esto.
Es curioso cómo a menudo escuchamos cosas, conceptos, ideas, celebraciones que, aunque a veces su significado entrañe una inmensa sabiduría, a nosotros esta apenas nos toca, su saber pasa por nuestro lado como sin rozarnos, como desapercibido, como de puntillas y sin hacer ruido.
Alguien te dice que es el día de acción de gracias y tú dices, pues qué bien. Gracias. Y sigues con tu vida como hasta ahora.
Incluso apostaría que la mayoría de las personas en Estados Unidos, Canadá, o allá donde se celebre ese día, lo hacen sin realmente comprenderlo, como en piloto automático.
Por eso en el capítulo de hoy vengo a hablarte de las gracias, y déjame decirte que me hace especial ilusión contarte esto porque soy muy consciente de que las palabras que vas a leer a continuación, si las prestas verdadera atención y si te calan, si te permean, si se desarrollan y crecen en ti pero sobre todo si las pones en práctica, van a aportarte mucha, mucha, mucha felicidad.
Las palabras de hoy van a ponerte unas gafas de ver.
De ver mucho.
Ya te hablé de ello en el capítulo de cómo ser feliz bajo el título “agradecer”, pero considero que lo que vamos a aprender hoy es tan, tan, tan, tan, tan importante, que bien merece mirarlo con detenimiento.
El mensaje de hoy es tan importante que incluso me atrevería a decirte que es más importante para la vida de una persona que el yoga y la meditación, y si me sigues habitualmente sabrás que para mí es quizás lo más importante.
¿Empezamos?
Querida Gemma
A los pocos días de conocer a Gemma, un día me dijo: Antonio, ¿has hecho ya tus agradecimientos?
¿Qué son los agradecimientos Gemma?
Los agradecimientos es un hábito muy importante que tengo desde hace tiempo, y consiste simplemente en coger un boli y un papel y emplear unos pocos minutos cada día en escribir sobre lo que estás agradecido en tu vida, es muy sencillo.
Lector, lectora, tienes que saber que hasta hace muy poco tiempo, el 100 % de las veces que alguien me dijo que cogiera un boli y un papel e hiciera algo en ellos, no lo hice. Quiero decir ni una sola vez, así que si es tu caso y lo ves extraño, te entiendo.
¿Coger un boli un papel? ¿para qué? qué tontería, qué primitivo, qué poco práctico. —Decía yo siempre—.
Pero esta vez, gracias a que llevaba ya varios meses desarrollando otros hábitos y que confiaba mucho en Gemma, por alguna razón empecé a hacerlo cada mañana al despertar. Abría los ojos, cogía mi libreta más bonita, esa que pone “gracias” en la portada, y me ponía a escribir, a dar las gracias. Gracias. Gracias. Gracias.
Estuve así varios meses y como consecuencia ocurrieron grandes cosas en mi vida.
¿Que qué es lo que escribía por aquellos días?
Gracias, simplemente gracias
Gracias porque hoy he dormido en una cama tan cómoda. Gracias porque tengo una casa dónde dormir. Gracias porque tengo un cuerpo sano y fuerte. Gracias Gemma por haberme presentado a tus padres. Gracias María porque ayer me preparaste una comida tan deliciosa y por invitarme a comer a vuestra casa. Gracias Jose por escucharme con tanta atención. Gracias por la comida tan rica. Gracias Gemma por ese gran abrazo antes de despedirnos que me hizo sentir tan bien. Gracias Gemma por venir a recogerme en coche. Gracias Gemma por haberme presentado a tus amigos antes de ayer. Gracias Gemma por llamarme ayer por la tarde para preguntarme qué tal el día con sincero interés. Gracias Gemma por llevarme a ese parque tan precioso. Gracias Gemma por haberme enseñado esa canción. Gracias Gemma por haberme ayudado con esa duda en el trabajo.
¿Te das cuenta? cosas cotidianas, nada extraño.
Así estuve durante muchos meses. Me despertaba y escribía, dos o tres minutos, todo por lo que estaba agradecido ese día. A veces agradecía a mi madre, otras a mi trabajo, otras a mi cuerpo, otras a mi padre, otras al dinero, otras a un amigo, otras a mis habilidades, otras a mis hermanos, otras a algo que me había ocurrido, otras a haber nacido, otras el tener ojos y poder ver, otras veces agradecía a un libro que me había aportado mucho, otras a un autor, otras a una frase, otras a un vídeo de youtube, otras a una canción.
¿Ves? Agradecer es algo ilimitado porque puedes agradecer absolutamente cualquier cosa en la que te enfoques y por la que sientas agradecimiento. Cualquier cosa.
Observa todo como si fuera la primera vez que lo viste. Notarás cómo tu vida se llenará de gloria. Betty Smith
¿Por qué es tan, tan, tan, tan, tan importante el agradecimiento?
Primero te pongo un ejemplo y luego te explico por qué. Por favor, presta toda la atención que puedas, de verdad es importante, más de lo que piensas.
Un tiempo después de conocer a Gemma nos fuimos juntos a vivir al campo, y durante seis meses tuvimos una preciosa experiencia.
Durante esa temporada juntos yo seguí escribiendo cada día al despertar mis agradecimientos.
Ya sabes:
Gracias porque hoy he dormido en una cama calentita. Gracias porque vivo en el campo en un lugar precioso. Gracias por la maravillosa sesión de yoga. Gracias Gemma por tus palabras de ánimo. Gracias Gemma por el masaje que me hiciste ayer. Gracias Gemma por haberme preparado la comida con tanto amor. Gracias Gemma por haberme dicho que mi desayuno estaba delicioso. Gracias Gemma por haberme dejado tu coche para ir al pueblo a por comida. Gracias Gemma por recordarme que pare unos minutos de trabajar para descansar la vista.
Insisto, cosas cotidianas, pequeños detalles, nada extraño.
Así iban pasando los días y los meses hasta que un buen día noté que a Gemma le pasaba algo, estaba como especialmente irascible conmigo en la última semana.
¿Qué ocurre Gemma? ¿Quieres hablar? —Le dije—.
Antonio, no sé muy bien cómo decirte esto, creo que no estoy enamorada de ti, o si lo estoy, siento que algo me falta, no sé qué es, llevo un tiempo arrastrando esta situación en la cabeza y no puedo más. — Me dijo Gemma.—
Claro que se me aguaron los ojos. Claro que aparté la mirada de sus ojitos oscuros para llevarla hacia el suelo de manera desenfocada. Claro que sentí una contracción en el pecho. Claro que de repente me sentí solo.
¿Pero sabes qué pasó justo después?
Que vinieron a mi mente, como si estuviera bajo una cascada, las cientos, o quizás miles, de frases de agradecimiento que había escrito sobre Gemma y sobre mi vida en los últimos meses. Gracias Gemma por… Gracias Gemma por… Gracias a la vida por… Gracias, gracias, gracias. En mi mente había un océano de gracias.
— Entonces, le dije a Gemma —. Te entiendo a la perfección, a mí me ocurrió hace unos años con una chica con la que salí. Es una situación muy incómoda porque es como si tu mente te estuviera diciendo que huyas de la relación, ¿verdad?, gracias por decírmelo y por ser tan sincera conmigo. ¿Me das un abrazo?
Claro, ay qué tonto, gracias Antonio. — Y Gemma entonces me dio un abrazo largo, fuerte y calentito, un abrazo de esos que vienen de improviso en nuestras vidas llenos de lágrimas, y sonrisas, y suspiros, y mofletes mojados y narices húmedas que te tocan la oreja por dentro y te hacen despertar una sonrisilla que nadie ve, y mocos sorbiendo, y palabras balbuceadas que no se entienden bien pero que dan igual, y gracias, gracias, gracias.—
Luego Gemma y yo fuimos a dar un paseo en silencio, admiramos las montañas como todos los días, regamos el huerto y las aromáticas, preparamos juntos la cena, cenamos con pocas palabras de por medio y luego nos fuimos a dormir.
Al día siguiente al despertar yo no me encontraba, o si me encontraba, lo hacía desubicado, incómodo y triste, pero por costumbre acudí a mi cuaderno con un gracias en la portada, empecé a escribir y la tinta empezó a dibujar sobre el papel:
Gracias Gemma por estos diez meses juntos, gracias por haberme enseñado tantas cosas valiosas, gracias por haberme acompañado en mi sueño de antaño de vivir en el campo, gracias por los libros que me has recomendado que me han aportado tantísimo valor, gracias por todos los hábitos que me has enseñado, gracias por todos los ánimos a seguir creciendo, gracias por haber creído en mí tantas veces, gracias por haberme hablado tantas miles de veces con palabras de amor, gracias por tu infinita paciencia, gracias por haberme presentado a tus padres que me han dado tanto, gracias por escucharme sobre todos mis planes como si fueran especiales para ti, gracias por presentarme a tus hermanos que me han hecho reír sin parar, gracias por los viajes en coche gritando canciones de Disney, gracias por las cientos de comidas y de cenas y de desayunos juntos, gracias por tanto Gemma, gracias, gracias, gracias.
Al terminar de escribir esas palabras, me sentía mucho mejor, diferente. Miraba la realidad con otra perspectiva, con otras gafas.
Luego recuerdo que hice yoga, moví las energías del cuerpo, se tocaron algunos botones de la felicidad, desayuné junto a Gemma y le dije: Gracias Gemma, ha sido maravilloso todo este tiempo contigo. ¿Has decidido ya cuando te vas?
No hubo ninguna mala cara. Ningún “tú me has”, ningún “yo te hice”, ningún “me has engañado”, ningún “me siento estúpido”, ningún “por qué tú”, ningún “por qué yo”, ningún “me dijiste esto y ahora me dices aquello”.
Nada de eso. Por primera vez, había cambiado mi patrón de años y años de tristeza y agonía al dejar una relación y, hoy, sólo puedo ver las relaciones así.
En mi mente sólo había profundo agradecimiento. ¿Cómo podría estar cabreado, molesto, pesimista, con tantas y tantas señales positivas que inundaban todas las zonas de mi cerebro? ¿Cómo podía ver el vaso medio vacío cuando el agua se desbordaba y hasta salpicaba a varios metros de distancia? ¿Cómo podía ser desagradecido con una persona por la que sentía tanto agradecimiento?
No sé si llegas a ver el poder de las palabras que te estoy transmitiendo. El agradecimiento es una técnica que es capaz de cambiar tu estado de ánimo en cuestión de segundos, es capaz de hacerte ver lo bueno que hay en tu vida, mirarlo de cerca y hacerlo presente.
La mayoría de las personas de la sociedad piensan que una ruptura de relación debería ser traumática, dolorosa. ¿Por qué ha de ser dolorosa? si tan sólo recordáramos las millones de cosas maravillosas que hemos vivido con nuestras parejas, las razones por las que empezamos, lo que aprendimos, lo que amamos. ¿Dónde hay espacio para los gritos, para las miradas lastimeras, para los juicios de moral y de lo que está bien y lo que está mal?
Esto es aplicable con todo, no sólo con las parejas. Con tus padres, con tus amigos, con un trabajo, con una experiencia.
Gracias. Sólo gracias.
Gracias por lo bueno que me has traído a mi vida.
Te dejo marchar, gracias.
La raíz de todo bien reposa en la tierra de la gratitud.
Dalai Lama
Para qué sirve la gratitud
Como ya sabes hoy hay estudios para todo, y te recomiendo encarecidamente que te leas este gran artículo sobre el agradecimiento de Marcos de Fitness Revolucionario donde podrás ver todo lo que hay detrás del aparentemente sencillo acto de dar las gracias.
Para mí, dar las gracias se puede resumir en esto: En lo que te enfocas se expande.
Cuando conscientemente te enfocas en buscar los actos positivos que hay en tu vida, estos se harán más presentes y como consecuencia empezarás a dejar de ser arrastrado por los miles de pensamientos negativos que aparecen en nuestra mente cada día.
Si eres agradecido con lo que tienes, generarás más. En cambio, si te concentras en lo que no, jamás tendrás lo suficiente. Oprah Winfrey
Gracias Antonio, pero… ¿qué hago ahora?
Esto que estás leyendo no puede quedarse sólo en la teoría, es demasiado importante para ti como para que sólo lo leas y asientas con la cabeza.
Por favor, cuando termines de leer estas líneas coge una hoja de papel, cualquiera que tengas a mano, y empieza a agradecer. En cuanto puedas cómprate un cuaderno especial, bonito, donde sólo lo uses para esto. Tu cuaderno de agradecimientos.
No importa si eres abogado, ingeniera, astronauta, ama de casa, madre, estudiante, camionero, joven, viejo o viejoven, taxista, creyente o ateo. Sólo empieza a agradecer.
¿Y qué tienes que poner? Todas las razones que vengan a tu mente por las que te sientas agradecido/a. Cuanto más específico seas, más expandirás y más estarás buceando en los detalles de tu vida por los que sientes agradecimiento.
Recuerda:
Gracias porque tengo manos. Gracias porque sé escribir. Gracias porque hoy estoy vivo. Gracias porque tengo un portátil con el que escribir. Gracias porque puedo caminar. Gracias porque vivo en un país que está en paz. Gracias porque cuando era pequeño hubo personas que cuidaron de mí. Gracias mamá por enseñarme tanto sobre el amor. Gracias papá por siempre tener un rato para mí. Gracias porque tengo dinero para todo lo que necesito. Gracias por…
Como ya dije una vez, la lista de agradecimientos es infinita cuando empiezas a agradecer y paso a paso irás quitando el velo del universo que te impedía ver la abundancia que eres, y en consecuencia descubrirás más razones para sonreír, ser feliz, y vivir al máximo de tus posibilidades actuales.
Al principio es posible que te sientas ridículo/a, pero en cuestión de segundos tu cerebro empezará a buscar las razones por las que sientes agradecimiento, buscando y buscando, analizando tu día y tu vida para encontrar y focalizar las cosas positivas que tienes.
Entonces, algo muy bonito empezará a ocurrir en tu vida.
Y a ti, lector o lectora, GRACIAS por leerme, de corazón. Te hablo a ti, que estás leyendo esto ahora mismo. Gracias por emplear tu valioso tiempo y energía en leer mis palabras, gracias por soñar conmigo durante unos minutos, gracias por acompañarme en este camino. Gracias. Gracias. Gracias.
Siempre hay que encontrar el tiempo para agradecer a las personas que hacen una diferencia en nuestras vidas. John F. Kennedy
Estas líneas han sido escritas en mi último día en Leópolis, Ucrania, junto a esta canción. Gracias por la experiencia, gracias por lo que he aprendido, gracias por lo que he visto.
Fernando says
Genial para reflexionar.
David Martinez Gomez says
Gracias por este artículo.
Juan Camilo says
Gracias Antonio 🙂
Yolandiña says
…so so beautiful Antonio, you wrote so beautifully, with all your sincere heart you did it.
Thank you for sharing your life experience, it inspires me. And gratitude for Gemma for showing a good example of making the world a much better place, because of the supposedly simple word “thank you” is such a healing word…
Hug you
Antonio Herrero Estévez says
Waaaa, what a beautiful message Yolandiña, thank you very much. You inspire too every minute, thank you, thank you, thank you.
Angeles says
Muchas gracias a ti Antonio !!!
Gary-D-Crowley says
Interesante forma de ver el agradecimiento. No todos tenemos la fortuna de poder vivir una vida tranquila. Muy buena lectura.