• Skip to primary navigation
  • Skip to main content

Ricos y Libres

porque abundantes y libres era muy largo

  • Capítulos
  • Sobre mí
  • Los buscadores
  • Ahora
  • Show Search
Hide Search

¿Infancia difícil? Lee esto

Antonio Herrero Estévez · Feb 17, 2020 ·

Es absurdo condenar la ignorancia pasada desde la sabiduría presente.
Pablo D`Ors

No sé tu historia. No sé si en lugar de darte educación te llenaron la cabeza de pájaros y estupideces, o si no te dieron el amor que merecías, o si te pegaron, o si fueron cosas aún peores, o si en vez de entregarte valor te regalaron miedo, o si tus compañeros te hicieron la vida imposible, o si pasabas todo el día frente a la televisión porque nadie parecía saber que estabas ahí, deseando aprender algo valioso, deseando crecer.

No lo sé, yo sé a lo sumo lo que pasó conmigo y algún día te lo contaré con detalle, lo único que sé de ti, por ahora, es que también tienes una historia, que estás aquí leyendo esto, y que estás con vida.

Así que ya que estás aquí, déjame contarte algo.

Hace varios años viajé por Perú y Bolivia y, en algunas raras ocasiones, me encontré con personas que trataban de explicarme las mil y una razones por las que los españoles fueron unos sanguinarios cabrones, por qué eso no debería nunca haber ocurrido, y sobre todo por qué yo debería sentirme culpable como español que era. El resentimiento se notaba en sus palabras tanto o más que en sus miradas.

Te cuento esto porque yo también estuve en ese juego mucho tiempo y también sentí vergüenza de ser español, y ser humano, y ser hombre. Yo también he pensado cosas negativas sobre lo que hizo la iglesia, y sobre España, y sobre la guerra civil, y sobre Inglaterra, y sobre Estados Unidos, y sobre los nazis, y sobre los japoneses, hasta sobre los romanos, por qué no.

Puestos a sentirnos mal, todo vale.

Te cuento esto porque yo también estuve mucho tiempo cabreado internamente con mi padre, y yo también le recriminé a mi madre que por qué se casaron. Yo también pensé que mi familia era la más rara de todas las familias.

Es curioso.

No sabía que, al decir eso, sin darme cuenta, estaba negando mi existencia misma.

Lo que no sabían tampoco aquellos bolivianos o peruanos por entonces, es que condenar su pasado, no aceptar su pasado, era condenar su presente, no aceptar su presente. No sabíamos que, negar, criticar, odiar nuestro pasado, llevaba implícito negar nuestro presente y futuro.

No sabían tampoco que si las cosas hubieran sido diferentes, por pequeña que fuera la diferencia, si Colón no hubiera ido a América, si los españoles no hubieran descubierto arrasado América, si los árabes no hubieran invadido España, si los americanos no hubieran hecho la operación Cóndor, si Franco no hubiera ganado la guerra, si los nazis no hubieran empezado toda esa barbaridad…

Ellos no existirían, sus familias no existirían, y todo lo que aman hoy en día no existiría, pues todo sería diferente. Mejor, quizás, más armonioso, quizás, pero sin ellos, sin nosotros.

¿Tenemos todo prohibido, salvo cruzarnos de brazos? La pobreza no está escrita en los astros; el subdesarrollo no es el fruto de un oscuro designio de Dios.
Eduardo Galeano. Las venas abiertas de América Latina.

Por entonces no sabía que todo lo que existe hoy, tanto lo que juzgamos negativo como lo que juzgamos positivo, es la consecuencia de nuestro pasado. Y lo curioso es que, igualmente, nuestro pasado no es ni negativo ni positivo, simplemente es, y somos nosotros los que lo etiquetamos de una u otra manera. Pretendemos una y otra vez seleccionar experiencias, apartando lo malo y quedándonos con lo bueno, pero la vida no funciona así. Si quitamos algo, quitamos todo, y si aceptamos de verdad, aceptamos todo.

La decisión más importante que debemos tomar en nuestra vida es si creemos que vivimos en un Universo amigable hacia nosotros, o en un universo hostil.
Einstein

¿Sabes?

Yo también estaba cabreado con el mundo. Yo tampoco comprendía nada. Yo tampoco me había dado cuenta de que había caído en una trampa.

Por eso hoy voy a contarte algo más.

El presente es perfecto

Para tener una oportunidad de presente, para tener una oportunidad de futuro, debemos reconciliarnos con el pasado.

Y para reconciliarnos con el pasado debemos apelar ahora a nuestra grandeza interior, no a nuestra pequeñez.

  • Nuestra pequeñez es nuestro yo más pequeño y débil, nuestro yo cabreado, nuestro yo confuso, nuestro yo irritado, nuestro yo reactivo. Nuestra pequeñez se niega a aceptar el pasado y le dedica miradas con el entrecejo fruncido y le dice:  ¿Por qué a mí? ¿Cómo pudiste?
  • Nuestra grandeza es nuestro yo más grande y fuerte, nuestro yo agradecido, nuestro yo con visión, nuestro yo activo. Nuestra grandeza acepta el pasado, le agradece su esfuerzo para llegar hasta aquí, le mira con ojos sosegados y le dice: Gracias, ahora voy a hacer lo mejor que esté en mis manos.

Nuestros antepasados, todos ellos empezando por nuestros padres, sólo dieron lo que tenían, pues nadie puede dar algo que no tiene. ¿Puedes tú acaso dar algo que no tienes?

Hubo un día en el que me dije: basta ya de hablar del pasado. El pasado no tiene cabida en mi presente si no soy yo quien le permite entrar. Prefiero hablar del presente pues es mucho más abundante que mi pasado, y ya he desperdiciado muchos años de «hoy» pensando en cómo desperdicié mi «ayer».

Por eso ahora sólo me recuerdo una y otra vez una frase: Mi pasado es lo que me tocó cuando yo no podía decidir. Ahora que puedo elegir, ¿qué escojo?

Yo elijo crecer

Cierro los ojos y me digo: controla lo que esté en tu mano controlar. Lo repito, esta vez en voz alta. Decirlo en voz alta me da valor. André Agasi

Ahora, gracias a la meditación, cuando un pensamiento negativo cruza mi mente le doy la bienvenida (pues recuerda que mi presente es perfecto, con pensamientos negativos o sin ellos). Lo observo y trato de seguirle el rastro para ver hasta dónde va.

A veces el pensamiento negativo se queda un rato largo como huésped, a veces crece, a veces se multiplica y a veces me lleno entero de mierda y, lleno de mierda como estoy, me arremango y respiro, sigo a mi respiración observando cómo entra el aire y cómo sale hasta que me voy limpiando, y para ayudarme en la limpieza me pregunto, ¿qué hay, en mi presente, justo ahora mismo, que me esté dañando? ¿qué hay de mi pasado aquí y ahora si yo no lo traigo? Y la respiración me responde: No hay nada, a veces quizás un pensamiento fugaz, eso es todo, a veces ni eso, todo es perfecto, ¿no lo ves?

Otras veces, sólo con mirar al pensamiento negativo unos segundos, este desaparece y se va, como avergonzado.

Y cuando eso ocurre es cuando me digo: Yo elijo crecer.

Pase lo que pase, sea como sea mi pasado, en mi presente yo elijo crecer, siempre crecer. Elijo mirar hacia delante, elijo crear, elijo amar, elijo ver con ojos llenos de abundancia, elijo desfruncir el ceño y mirar el presente con mirada calma, pues sólo así puedo verlo nítidamente, sólo así tengo una oportunidad.

Mira, prueba ahora mismo, desfrunce el ceño, respira, y mira a tu alrededor. ¿Qué ves?

La mente agradecida está siempre establecida en lo mejor; por lo tanto, tiende a convertirse en lo mejor; toma la forma o el carácter de lo mejor, y recibirá lo mejor.
La ciencia de hacerse rico. Wallace D. Wattles

El pasado es

Te hago una sencilla pregunta. ¿Crees que podrías comprender el mundo como hoy lo haces, si no hubieras vivido lo que viviste? ¿Podrías entender el dolor propio y ajeno de la misma forma en que hoy lo haces si no hubieras vivido esas experiencias?

Eres un milagro. Haber vivido todo eso y estar aquí ahora. De la locura, del dolor, de la injusticia. Tú no has sufrido dolor, sino dolor espiritual, que va más allá de lo que la mayoría de la gente puede imaginar en su vida. No te lo merecías. Pero de todo eso sale una fuerza increíble. Sé que estás cansada de ser fuerte, pero aún lo eres. Intentas encontrar sentido a todo esto pero no lo encuentras porque no lo hay, y eso te enfurece más.

La única forma de encontrarle sentido a todo aquello es asegurándote que se detiene contigo. Todo eso se detiene contigo y el amor empieza, el amor de verdad, y ese amor es de lo que estás hecha, por eso has sobrevivido.

Puedo hacer todo lo que hago por todo lo que he vivido. No voy a entrar en los detalles porque, ¿para qué insistir en el pasado? Tengo la fuerza espiritual, como tú, por eso puedo llegar a tantas personas. He estado en los lugares más aterradores y oscuros y es por eso que puedo hacer subir a la gente a lugares más elevados. Tú tienes ese Don, y ese Don nace hoy, con nuevas oportunidades.
Tony Robbins, documental Yo no soy tu gurú.

A veces me da por pensar que mi pasado fue un regalo, el regalo de la comprensión.

Gracias por leerme.

Hay una razón poderosa que puede empujarnos a iniciar la tarea de restaurar el amor hacia nuestros padres: sólo lograremos amarnos a nosotros mismos cuando los amamos y honramos a ellos. En lo más profundo de cada uno de nosotros, por muy graves que fueran las heridas, los hijos siguen siendo leales a sus padres e inevitablemente los toman como modelos y los interiorizan dentro de sí. De algún modo, conectan con una fuerza que los hace ser como ellos. Por eso, cuando son capaces de amarlos, honrarlos, dignificarlos y respetarlos, entonces pueden hacer lo mismo con ellos mismos y ser libres. Es muy sencillo: nos encadena lo que rechazamos y sólo lo que amamos nos hace libres.
¿Dónde están las monedas?, Joan Garriga,

¿Quieres suscribirte?

Es gratis, y si te cansas de mis emails te desuscribes, que también es gratis.

Reader Interactions

Comments

  1. Yolantiña says

    17 febrero, 2020 at 11:27 pm

    🙂

  2. José Carlos C V says

    20 febrero, 2020 at 12:01 pm

    Gracias por seguir escribiendo

  3. Sonia says

    4 abril, 2020 at 10:44 pm

    Me ha hecho llorar y llamar a mi madre para decirle lo mucho que la quiero.
    Gracias

    • Antonio Herrero Estévez says

      5 abril, 2020 at 1:01 pm

      Qué bonito Sonia… no sabes cómo me alegro leer esto.

  4. Lola C.C. says

    9 julio, 2020 at 6:12 pm

    Creo que cada uno quiere como sabe. Unos hablan y te comprenden, te abrazan, otros te muestran, te enseñan su mundo, otros trabajan mucho para darte seguridad, otros te cuidan a tus hijos con todo el amor que no te pudieron dar a ti de la forma que tú hubieras querido, otros te protegen, otros diseñan tu vida creyendo que es lo mejor para ti, otros te hacen partícipes de su miedo al futuro… Cada padre y madre, te entrega lo que puede, lo que sabe dar, lo que tiene para dar. De haber podido, te hubieran dado lo que tú necesitabas para hacerte una persona valiente, segura, profunda. Pero partiendo de lo que son unos padres normales, es decir, lo que acabo de describir, tenemos ahora una increíble oportunidad de aprender y crecer, de descubrir quién «sentimos que queremos ser». Hay que centrarse con todas las fuerzas y la ilusión en eso. Y amar en la forma que se pueda a nuestros padres sin exigencias ni frustración por no conectar con ellos etc. Sólo quererlos con ternura y si no se habla de nada profundo no pasa nada, si están enfadados por las noticias no pasa nada, si te ven como una especie de cabra loca sin rumbo o como una estirada controladora no pasa nada. Un abrazo sincero y mirarlos con amor. Es lo que yo hago desde hace algún tiempo y me está yendo bien.

    Muchas gracias por este precioso artículo Antonio.

    Me encantan mis padres y cada vez me gustan más.

Copyright © 2021 · Ricosylibres.com | Porque abundantes y libres era muy largo
Aviso Legal