Quizás te estás preguntando por qué, después de meses sin hablarte de mi manual, he vuelto a hacerlo.
Pues mira, aunque no debería te lo voy a contar porque creo que si eres un humano que hace cosas y aspiras a hacerlas mucho más y mucho mejor para así aportar mucho más valor al mundo, esto te interesa.
En julio vendí 65 manuales, batiendo así mi récord de mayo de 46 en un mes (el mes que salió la segunda edición).
Y al llegar ahí, al llegar a esa cifra que se juntó con lo ganado en el retiro de julio y con mis otros proyectos, al conseguir esos famosos diez mil euros al mes por tercera vez en mi vida, ocurrieron tres cosas en mi cabeza.
Tres cosas de principiante. De novato. De inmaduro.
Tres cosas muy estúpidas pero muy reales y muy humanas.
1) Pensé, de forma inconsciente, que eso era mucho dinero.
2) Pensé que no quería seguir persiguiendo zanahorias imaginarias.
3) Pensé que el contenido de mi manual es tan importante que no tenía sentido seguir tratando de venderlo de este modo, pues haciéndolo rebajaba su calidad.
Madre de Dios, qué de pájaros en la cabeza tenemos a veces.
Imagínate a un roble que ha alcanzado un metro de altura y dice: ya estoy muy grande, yo paro de crecer.
Imagínate a ese mismo roble, ta crecido, diciendo: ya he dado 20 bellotas, con eso voy bien.
Imagínate a un hombre metido en una cueva diciendo: soy demasiado atractivo como para buscar a una persona que me guste. Que vengan a mi cueva.
Imagínate a una mujer diciendo: si me esfuerzo en estudiar estas oposiciones, así no tendré que volver a esforzarme durante el resto de mi vida.
Trata de imaginártelo. Es difícil pero se puede.
Vale, ¿y cuál fue el resultado de tan novata decisión?
El resultado fue que, tras dejar de nombrar el manual, en agosto vendí 17, en septiembre 15, y en octubre y noviembre menos aún.
No fue hasta el último retiro de meditación la semana pasada que me dije:
¿Pero a qué tienes miedo?
Y es que resulta que, como explico en el apartado 4.9 del manual, hay una fuerza invisible ante nuestros ojos y que sin embargo no deja de operar….
QUE NOS MANTIENE EN EL MISMO ESTADO CONSTANTEMENTE.
Justo en el momento en que vamos a subir de escalón, en lugar de subir al siguiente bajamos al anterior o nos quedamos en el mismo.
Haciendo que repitamos una y otra vez los mismos patrones.
Esa fuerza es la verdadera causante de que siempre ganemos lo mismo.
Vayamos a los mismos restaurantes.
Quedemos con los mismos amigos.
Experimentemos las mismas enfermedades.
Suframos los mismos dolores.
Tengamos las mismas adicciones.
Reaccionemos de la misma manera con nuestras parejas, padres, amigos.
Si no eres consciente de ello, esa fuerza gobernará tu vida y cuando estés en el lecho de muerte antes de morir, dirás: joder, ¿por qué, con todas las posibilidades que tenía, me pasé la vida eligiendo tres o cuatro?
En fin.
Mi tarea hoy aquí es recordarte que hay mucho que crecer, muchas bellotas que dar y mucho cielo que admirar…
En todas.
Y cada una.
De las áreas de la vida.
Y si en tu serie de Netflix favorita o en la televisión aún no te han explicado cómo hacer eso, mira aquí:
Opinión no solicitada de Un manual hacia la grandeza
Hola Antonio, estoy a tope con tu manual, acabo de empezar el punto 5. Ya tengo mi diario bonito, mi agenda bonita, mi habit tracker impreso, estoy empezando a meditar y me siento ON FIRE.
Yo nunca me he interesado demasiado por el concepto general de Desarrollo Personal y mucho menos por las disciplinas y corrientes más específicas, así que muchas de las cosas que cuentas no las conocía de nada.
Otras sí, sin embargo tienes una manera de comunicarlo, con una energía y un entusiasmo tal alto que es imposible no contagiarse y sentirse motivado.
Todavía me queda mucho manual y ya cuando lo termine te lo agradeceré y recomendaré en condiciones, pero no quería dejar pasar otro día sin decirte GRACIAS.
Lo que has hecho, aunque suene a tópico, puede cambiar muchas vidas.
Arturo García, cerdoestratega.com
Y recuerda:
Los aficionados se detienen cuando logran algo.
Los profesionales entienden que el logro inicial es sólo el comienzo.