Si buscas mejorar en la vida, mejorar de verdad y en todos los aspectos quiero decir, este email puede ser que te diga cómo.
Hace un par de meses David habló por encima de las flores de Bach.
En otras épocas de mi vida habría desconectado mi mente, o incluso se habría activado la programación mental a la que he sido sometido en los últimos años para creer que todo lo natural es malo y le habría dicho que eso no sirve para nada.
Pero como últimamente estoy tratando de ser yo el programador de mi vida, activé el modo escucha y después le hice una de las preguntas más importantes que un ser humano puede hacer a otro:
¿Cómo lo haces?
O más concretamente, en ese caso, le dije: David, ¿qué tendría que leer, estudiar, practicar, para saber lo que tú sabes?
Entonces su puerta de conocimiento se abrió y yo pude meter un pie ahí dentro.
Y una vez dentro, puedo ser yo quien tome la decisión de si sirve para algo eso que cuento, o no.
Si Bach era un vendehúmos, o no.
Si resulta que las flores sí hacen cosas, o son como de plástico que sólo están de adorno.
Nuestra tarea como buscadores de la verdad, como caminantes del camino que lleva a la libertad, como los prófugos de la carrera de la rata que somos o aspiramos a ser, es la de hacer las preguntas adecuadas a las personas adecuadas, que son todas.
Como suelo decir, toda persona es adecuada para darnos una llave que abra una puerta, si tú sabes cómo hacer que te la de.
Y cuanto más sabia sea la persona que nos encontremos y más sencilla sea nuestra pregunta, más poderosa será la llave que obtengamos.
Dicen que es paradójico que donde menos destacan los sabios es entre los más ignorantes. ¿Por qué?
Cuando alguien te diga que existe una manera de jubilarse pronto, tienes dos opciones, o preguntar «cómo lo haces tú», «qué estás haciendo tú», «a quién has leído tú», o decir «jajaja eso es imposible» o «es que la tele dice que los ricos son malos y yo no quiero ser malo».
No cierres la puertas antes de entrar y ver TÚ qué hay dentro.
Discernir TÚ si es humo o no lo es.
Decidir TÚ si lo que escuchas pude servirte de algo o no.
Si a mí viene un tío hoy y me dice que puede volar, le diré, ¿Ah sí? Cojonudo. A ver cómo lo haces. Qué has leído del tema.
Porque si le digo que no se puede de primeras y soy yo quien cierra la puerta del conocimiento, seguiré siempre en el mismo estado.
Si me creo que el ignorante es él, el ignorante soy yo.
¿Cómo lo haces? Es un ábrete sésamo que abre puertas mágicas y además es gratis.
Como explicó Juan en la conferencia, si te pones como meta ahorrar 500.000 € en dos años para comprar tu libertad, puede ser que no llegues pero desde luego si lo intentas te habrás quedado más cerca que si no hubieras empezado.
Y eso es aplicable a TODO.
No sé si las flores de Bach sirven para algo o para todo, ¿pero y si abriéndome a ese conocimiento resulta que aprendo X que me conecta con Y que hace mi vida más fácil?
No sé si las respiraciones Pranayama purifican la sangre y la mente y me conducen a niveles más elevados de conciencia, ¿pero y si resulta que me hacen sentir un poco mejor?
No sé si es posible ganar un millón de euros en un mes, ¿pero y si resulta que aplicando esos conocimientos de lo que hablas puedo tener MUCHA más fortaleza financiera?
Adquirir sabiduría es fácil. Sólo, y digo sólo, se necesita hacer una pregunta. ¿Cómo lo haces?
La próxima vez que estés con un grupo amigos o de desconocidos, te reto a que cuando escuches algo no des tu opinión y sólo, si acaso, lances la pregunta mágica que abre todas las puertas.
Y hablando de puertas, he escrito un manual que abre muchas.
Puertas de gigantes.
Puertas reales.
Abre la puerta a la paz mental.
Abre la puerta de tener un plan.
Abre la puerta de organizar nuestra vida.
Abre la puerta de dejar del perder el tiempo.
Abre la puerta de tomar mejores decisiones.
Abre la puerta de tener un cuerpo fuerte y rebosante de salud.
Abre la puerta de tener proyectos, y dinero.
Abre la puerta de… posibilidades.